La familia romana.
Actualmente, al pensar en la palabra <<familia>> acuden a
nuestra mente los conceptos <<madre>>, <<padre>>, <<hijos>>, etc. No obstante, la concepción de familia para los romanos era muy diferente de la nuestra.
Para empezar, formaban parte de ella tanto los esclavos como los miembros de sangre (no en vano la palabra familia, -ae está emparentada con famulus, esclavo), lo que aumenta el número de integrantes considerablemente respecto a hoy en día.
En segundo lugar, la autoridad residía en una sóla persona, el pater familias, del que todos dependían y que tenía poder de vida sobre todos los miembros(es decir, era el encargado de decidir si alguien moría o vivía, si formaba parte de la familia o no), aunque muchos de ellos se caracterizaban por ser afectuosos con sus hijos y esposas e incluso con sus esclavos. Actualmente, en la mayoría de los lugares del mundo occidental y que no están bajo la influencia de culturas cerradas y tradicionales, la autoridad no recae en una sola figura (no obstante, en algunas culturas persiste esta característica en ciertos aspectos).
El caso de Lgido como ejemplo de los pater familias.
Algunos textos de autores antiguos nos hablan de estos conceptos, como por ejemplo Ovidio. En un fragmento de texto extraído de Metamorfosis(concretamente 9,669-684) nos habla de Lgido, un hombre de clase social baja que era un pater familias típico.
Lgido(según Ovidio), deseaba para su esposa un parto sin dolor del que naciera un varón, pues si nacía una niña, ordenaría matarla. Según las Leyes Romanas, estaba en todo su derecho a abandonarla o asesinarla si así lo creía conveniente.
Opino que quizás esta decisión estuviera impulsada por el hecho de que en la antigüedad las mujeres carecían de utilidad a ojos de los hombres y, dadas las circunstancias económicas de Lgido, no podría permitirse los gastos que supondrían las necesidades de un nuevo miembro sabiendo que, siendo mujer, jamás llegaría a poder trabajar en un cargo importante. Profundizando en el tema, y retrayéndome a lo dicho anteriormente, no nos sorprendería encontrar ejemplos de estas situaciones en ciertos focos sociales de hoy en día. Por ejemplo, en la cultura musulmana ocurre que el padre es la figura más importante ya que toma las decisiones, porque según el Corán ese es su deber(¡Oh, creyentes! Guardaos a vosotros mismos y a vuestras familias del Fuego, cuyo combustible serán los hombres y las piedras...[66:6]). Lo mismo ocurre con otras culturas milenarias como la Japonesa, la India, y , sin ir más lejos, en ciertas minorías de nuestra sociedad como los gitanos. También habría que tener en cuenta que en muchas familias ‘’corrientes’’ el padre cumple un papel más importante que la madre o que los hijos por cuestiones de tradición o incluso religiosas.
La esposa de Lgido finalmente dio a luz a una niña… he aquí mi final alternativo.
… ‘’Después de que naciera la niña, Lgido seguía firme en su decisión de matarla : él sólo quería varones, hombres que pudieran aportar dinero a la familia y quizás ocupar cargos importantes en un futuro si se formaban bien. No obstante, llegado el día de la ejecución, la esposa de Lgido amenazó a su marido diciendo que si mataba a la criatura, ella se suicidaría. Lgido, que estaba muy enamorado de su mujer, accedió a perdonarle la vida al bebé. Durante sus primeros años de vida, la niña sólo obtuvo muestras de odio por parte de su padre, ya que ella era una vergüenza para él. Por culpa de esa niña, había perdido todo su orgullo e imagen de buen padre, respetado por su familia…
Sin embargo, pasados los años, la niña creció y, empeñada en demostrar a su padre que ella podía llegar a ser tan útil como un varón, aprendió a leer y escribir en secreto, se preparó mucho física e intelectualmente. Poco a poco se fue haciendo conocida en la ciudad por sus conocimientos y sabiduría, así como por su belleza y por tener a muchos pretendientes. Sin embargo, Lgido seguía pensando igual… Y la chica se fue de la ciudad.
Se fue a Roma, y allí se casó con un importante emperador que se había enamorado de ella por sus conocimientos, belleza y múltiples virtudes, y le hizo prometer que después de que él muriese una mujer ocuparía su cargo. Lgido no sabía nada de esto. Años más tarde, en una de las múltiples guerras que libraba Roma cada año, el esposo de la muchacha murió, y ella pasó a ocupar su cargo. Los rumores de que una mujer había llegado al máximo cargo político y militar llegaron a oídos de Lgido y, para su sorpresa, ese mismo día, su hija se presentó en su casa acompañada de un enorme ejército que portaba todo tipo de riquezas. Depositó las riquezas en el suelo de la casa y se marchó. Entonces Lgido comprendió que las mujeres son igual de capaces que los hombres y que todo dependía de las personas y no de su género…’’
El caso de Horacio
Otro autor que profundiza en estos aspectos es Horacio, que habla sobre sí mismo definiéndose como un pater familias ejemplar.
Según él mismo, Horacio es un hombre humilde y corriente que, sin ser perfecto, no es ni ambicioso, ni ávaro, egoísta o deshonesto. Es más, dice que todas estas virtudes se las debe a su padre, quien se opuso a llevarlo a una escuela corriente para llevarlo a Roma y enseñarle de propia palabra las lecciones de la vida (…’’quiso enviarme a la escuela de Flavio, adonde iban grandotes niños de grandotes centuriones con cartera y tablilla colgada del brazo izquierdo, y los ocho sestercios del mes cada día primero, sino que se llevó a su niño a Roma para enseñarle las artes que cualquier caballero o senador enseña a sus propios vástagos’’…).
Horacio se refiere a esta escuela como a un lugar donde se aprendía a base de libros e instrumentos (las tablillas, por ejemplo, eran unos soportes de escritura fabricados con una base de madera y cera de abejas que se usaban para escribir con un punzón) , y lo compara con su método de aprendizaje, que fue a base de la palabra de su padre, asegurando que es mejor este último. Quizás el padre de Horacio tomó esta decisión porque creía que observar la realidad tal y como es era más útil que estudiar a través del papel y la escritura.
En mi caso, llevando este asunto a un terreno más personal, pienso que gran parte de los conocimientos que todas las personas adquirimos desde nuestro nacimiento se lo debemos a nuestros padres y, más concretamente, los valores éticos, ya que se aprende a sumar, restar, leer y escribir en la escuela, pero a respetar y ser educado se aprende en casa. Yo, al igual que Horacio, no cambiaría a mi familia ni a mis padres aunque me dieran la opción…
Síntesis final
La familia romana era diferente a la actual en muchos aspectos(como he dicho al principio, en número, ya que la romana incluía a esclavos y la actual no ; en costumbres, en la importancia de los miembros, en el papel del pater familias…), pero muchas culturas han heredado las tradiciones de la Antigua Roma y las han adaptado a sus vivencias del día a día en la mayoría de ocasiones de manera positiva. No olvidemos que el amor familiar existía entonces al igual que existe ahora…
Buen trabajo, Lucía. Me parece muy interesante que hayas comparado el concepto de familia romana con el de otras culturas. También es curioso el final que has inventado para la historia de Ligdo, aunque fuera impensable en el mundo romano. Pero con la moraleja que tiene al final, encaja genial. Seguiremos indagando sobre cómo eran los romanos. Enhorabuena.
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